Los 2.500 árboles se distribuyeron entre los profesores del proyecto de formación de mujeres (Ecowomen) y las mujeres que asisten a los centros de formación de Kapiri y los otros cinco centros satélites.
Árboles de melocotones, mangos, plátanos, naranjas y papayas que además de aportar un complemento nutritivo a las familias contribuyen a mejorar las condiciones de la zona (estabilidad del terreno, sombra, calidad del aire…)
Desde aquí trasladamos el agradecimiento de las hermanas Carmelitas a cargo del proyecto y de las comunidades beneficiarias de este.